jueves, 25 de febrero de 2016

Éste es un artículo publicado en La Nueva España en su edición central, el 20 de Febrero de 2016


Milagros Menéndez Suárez Escritora

La agonía de Salcedo

El declive de los pueblos moscones por la falta de alternativas y el éxodo rural

20.02.2016 | 04:38

La agonía de Salcedo
La agonía de Salcedo Quiero iniciar este relato trasladando mis recuerdos a la primera mitad del siglo veinte, a un enclave polifacético de la Asturias múltiple, donde se entremezclaba el verdor de sus prados y su exuberante vegetación, con abundante variación de árboles, especialmente castaños, como también avellanos, nogales, hayas, robles y fresnos. Era un paisaje quebrado, típico de nuestra provincia, salpicado de pequeños pueblos ubicados en los solariegos valles, o rematando los abundantes picachos de nuestra singular orografía. Pueblos que vivían de la agricultura y de la ganadería, a la que se aferraban como a un imán, ya que de ambas actividades dependía su supervivencia.
Sus gentes trabajaban con ilusión y alegría de estrella a estrella y colaboraban todos los miembros de las distintas familias, que en su mayoría eran familias numerosas. En estos pueblos, que yo recuerdo con gran cariño y nostalgia, la agricultura estaba en función de la meteorología, que los campesinos, con su cotidiana observación, solían adivinar; pero lo malo era que no disponían de recursos para adaptarla a sus necesidades; y, cuando les era adversa, corrían el riesgo de malograr sus cosechas, especialmente la de la recogida de la hierba y la del trigo candeal, que eran la base de la alimentación, tanto para los animales como para las personas. La estación del verano era tan especial como importante para los campesinos. La gente parecía multiplicarse invadiendo sus tierras con las famosas andechas para poner a buen recaudo las espigas, ante el temor de una tormenta que abalanzase las espigas al suelo y se malograsen los granos, materia prima para elaborar el exquisito pan de escanda. La recolección de la hierba la iniciaban los segadores al rayar el alba, para que el sol no les restase la energía que requería el manejo de la guadaña y, ya más tarde, cuando el sol salía con todo su esplendor y poderío, se ponían en marcha todos los miembros de las familias para realizar las operaciones que la hierba requería hasta ser trasladada al pajar. El trabajo era intenso, pero se respiraba dinamismo y alegría, se sentía el zumbido de las guadañas al segar la hierba, unos se dirigían al prado cantando, otras llevando las exquisitas meriendas, esta labor estaba reservada a las mujeres, que en esta época duplicaban su trabajo, se saludaban a voces de una ladera a otra, el traqueteo de los carros del país interrumpía el sueño. Esta era la vida de los pueblos de Salcedo hasta que llegó la industrialización. Cuando empezó a funcionar Fábrica de Mieres y Ensidesa, es cuando algún miembro de las familias se traslada a trabajar en estas industrias y, al cabo de muy poco tiempo se presentaba ya con un coche en el pueblo. Era la envidia y la admiración de los vecinos que seguían esclavizados trabajando la tierra. El ejemplo cundió y los jóvenes se ausentaron del pueblo, permaneciendo en él los padres, a los que esporádicamente visitaban, especialmente en la recogida de la hierba, ya que casi todos "enfermaban de gripe" para ayudar a sus padres. Muy pocos miembros de las familias estudiaban, yo fui una privilegiada, quizá por eso, estoy sumamente agradecida a mi familia.
Salcedo está formado por un amplio abanico de pueblos con características similares: Santa María de Villandás, Villandás, Vigaña, Restiello, Villahizoy, La Vega, Vio del Pico, Vio del Pedrouco, Las Corujas, Santianes de Molenes, Llamas, Villamarín, Las Villas, Los llodos, La Cabaña, Seaza, La Fuexa, Rozallana, Robledo, Ambás, Sorribas, Teixeo,Tolinas, Cubia,Villaldín, Momalo, Bárzana, El Llanón, San Miguel y Noceda. (que me perdonen si he omitido alguno)
Hoy Salcedo está agonizando: casas estupendas totalmente abandonadas, los hijos e hijas que se fueron iniciaron una nueva vida cerca de las industrias donde trabajaban. Sus padres envejecidos y no pudiendo atender la faena vendieron el ganado y se trasladaron a vivir a la capital del concejo, a Grado, la ciudad donde tantos años abastecieron los mercados con sus frescos y ecológicos productos: mantecas, huevos, leche, queso de Afuega´l pitu, castañas, avellanas, maíz, pan de escanda, gallinas, cerdos, vacas? Ahora, sus prados son pastos para las vacas que los tratantes trasladan en camiones, donde invaden las fincas de todo un pueblo y buscan la sombra de las casas para resguardarse del sol. En esto se convirtieron pueblos ricos, alegres y maravillosos. Sus habitantes fueron sustituidos por el ganado que campea a sus anchas por los caminos y prados. Es una auténtica pena. Cuando se va de visita al pueblo donde se nació y se mira a la redonda, se contempla un espacio desolador: las mejores fincas plantadas de eucaliptos, no se ve ni un alma, hay un silencio sepulcral, hasta los pájaros han desaparecido; sí, parece sentirse el eco del silencio. Precisamente cuando la situación de los pueblos había mejorado, con carretera, agua en casa, las vacas con sus bebederos. Pero los agricultores y ganaderos no pudieron soportar la carga de impuestos. Así no podían vivir. Impuestos y contribuciones en aumento, mientras el precio de la leche, por el suelo. Escuelas cerradas, iglesias sin sacerdote, sin un médico. Todos estos factores son la causa de la agonía de Salcedo y no creo que haya galeno que lo pueda salvar. Quizá, otro Jovellanos que culminase la concentración parcelaria y que eliminase las trabas que continuamente imponen a los campesinos. ¡Ya lo decía el poeta: "caminante no hay camino - se hace camino al andar" Pero en Salcedo desaparecerán los caminos, por falta de caminantes.

 
 
                                                                                               Milagros Menéndez Suárez

martes, 23 de febrero de 2016


La escritora moscona Milagros Menéndez Suárez presentará el próximo viernes 19 de febrero a las 19:00 horas, en la Casa de Cultura de Grado, su nuevo libro La selva también es poesía. La obra está escrita en verso y trata de acercar a todos los públicos la realidad de los animales salvajes. Cuenta con ilustraciones de María Soledad Noriega y promete un entretenido recorrido para conocer los secretos de la fauna.
Milagros Menéndez Suárez nació en Vio del Pico (Grado). Estudió en la Escuela de Magisterio de Oviedo y su primer destino docente fue Mieres. Terminó su carrera como maestra en Benidorm (Alicante). La selva también es poesía es su tercer libro. Menéndez se estrenó en el mundo editorial en 2002 con la novela La obstinación de una asturiana, en cuyas páginas explica su origen campesino en la localidad moscona de Vio del Pico. Volvió a publicar en 2007 un cuento infantil ilustrado, bajo el título La orquesta de la selva. Con ese trabajo buscaba inculcar entre los más pequeños el cariño por los animales salvajes, el respeto hacia los que son diferentes y el valor de superar obstáculos en el día a día.

 

 La Nueva España se hace eco de la presentación de "La Selva También es Poesía" en la Casa de la Cultura de Mieres.

Milagros Menéndez presenta su poemario "La selva también es poesía"

29.12.2015 | 10:20
Milagros Menéndez presenta su poemario "La selva también es poesía"
Milagros Menéndez presenta su poemario "La selva también es poesía"
A Milagros Menéndez le asustaban mucho los animales cuando era una niña. Mucho más la fauna salvaje. Así que cuando creció y empezó a ejercer su carrera como maestra, decidió investigar sobre esos bichos que tanto la atemorizaban. Ahora, paradojas de la vida, son su mayor inspiración. La escritora -en la imagen- presentó ayer en Mieres, en un acto en el que también estuvieron presentes responsables de Sgan Medios y el exalcalde de Mieres Luis María García, su nuevo poemario: "La selva también es poesía". Con ilustraciones de Soledad Noriega, la obra cuenta en verso secretos de los animales


Milagros Menéndez presenta su poemario
 "La selva también es poesía" 
 

sábado, 19 de julio de 2014

sábado, 12 de julio de 2014

Los indianos y los americanos del "pote"


Así se denominaron a los emigrantes, que , siendo prácticamente unos niños y, empujados por la precaria situación económica de las familias, emprendieron una arriesgada aventura  transoceánica. A algunos les fue muy favorable la fortuna; estos eran los indianos; mientras que a los que no tuvieron esa suerte se les denominó "Americanos del pote"
       Fue un episodio cargado de emotividad y ternura. Despidiéndose de su Patria a los acordes de la melodía "Adiós mi Patria querida", un  tanto eclipsada por el estrepitoso estruendo de la sirena  del barco, sin poder imaginar las peligrosas odiseas, a las que tuvieron que enfrentarse y, que algunos, por desgracia, nunca han podido contar.

¡¡Entusiastas de la lectura!!


Los amantes de la lectura que deseen recrearse saboreando las tradiciones y singularidades que encierra el Principado de Asturias, les recomiendo  "La obstinación de una Asturiana", novela que cumple con creces estos y otros objetivos.

El que desee seguirme lo puede hacer en Facebook.


Presentación de la novela  "lA OBSTINACIÓN DE UNA ASTURIANA"


Público asistente.

sábado, 12 de abril de 2014

Más información

Voy a continuar desgranando uno de los episodios que mayor impacto causaron a los lectores. Es el de Covadonga. En él  se relatan los acontecimientos referentes a la batalla de Covadonga y el excepcional papel que desempeñó "La Santina", que es como llamamos las asturianas y asturianos a nuestra patrona La Virgen de Covadonga . Todo ello glosado con el insólito paisaje y el ambiente bucólico que se respira en la ascensión hasta los famosos lagos del Enol y Encina.

     Me gustaría que me dieseis vuestra opinión.

     Saludos cordiales

            Milagros